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Luis Miguel Villar Angulo

UN PASEO POR LOS VALLES PASIEGOS DE CANTABRIA

Pradera delante del Santuario de la Virgen de Valvanuz

Apacibles prados de siega. Los Valles Pasiegos cántabros tenían el dulzor de la lactosa. Once localidades integraban los Valles en espolvoreadas casas solariegas y cabañas rústicas de piedra con tejados de lastras en parcelas individuales cerradas por muros. Estas eran las residencias de los pasiegos durante la muda del ganado trashumante a las montañas para aprovechar los pastizajes de diente y la hierba de los prados. Ese legado montañés dejaba inquebrantable el paisaje de la trasterminancia, movimiento de corto recorrido durante los periodos estivales. Algunas casas solariegas realzaban su abolengo con heráldicas labradas en piedras sombrías.

Valles pasiegos

En el implacable calor del estío, veía ráfagas de casas de pueblecitos de baja densidad poblacional, desde la más alta de Santa Mª de Cayón (9123 hab.) a San Roque de Riomiera (337 hab.), con viviendas de trazas modernas y otras características de los valles pasiegos.

Liérganes tenía un bello casco antiguo (2.423 hab.) y Villacarriedo un esplendido palacio (1640 hab.). Otros pueblos con paisajes y cabañas pasiegas eran San Pedro del Romeral (600 hab.) entre hayedos y robledales;Castañeda (3067 hab.) donde destacaba la Colegiata de Santa Cruz de Castañeda en Socobio que había visitado años atrás; Miera (391 hab.) de cuyos bosques y resbaladeros se nutrió la fábrica de cañones de La Cavada, que conocía a través del museo de esta localidad; Penagos al sur de Peña Cabarga (2207 hab.) que recibió muchos títulos por su apoyo a los distintos reinos durante la Reconquista (Real y Leal Valle, Fiel); Saro(520 hab.) que conservaba cubos heráldicos en el municipio; Selaya (1849 hab.) donde visité el Santuario de la Virgen de Valvanuz y el Museo de las Amas de Cría Pasiegas, y Vega de Pas con la monumental espadaña de la iglesia de Nuestra Señora de la Vega.  

Estampas de casas y palacios de Liérganes

Ríos

Donde la eterna corriente se fundía, tres ríos surcaban los tres valles: Pas, Pisueña (Carriedo) y Miera, y precisamente del Pas nació el gentilicio del valle y sus habitantes: pasiegos, que ya no se veían con su mono azul, botas de goma y cayado de madera de avellano cuidando el oro blanco mezclado con una capa de grasa y pálidas espumas, que eran la base de la quesada. Sin profundidad, los ríos de corto recorrido nacían en terrenos escarpados de morfología glaciar, atravesaban hoces hasta que se abrían en vegas amplias. En el caso del Miera, este se hallaba protegido como Lugar de Interés Comunitario Río Miera. 

 

Paisaje del Valle del Miera

Excursión

Tibio verde, prados fugaces, ardientes piedras. El paseo de hoy en autobús se originó en la localidad de Liérganes, cuyo casco histórico había sido declarado de interés histórico-artístico nacional en 1978, y además gozaba de ser Pueblo Bonito. El recorrido por la ruta más rápida a Villacarriedo duró 29 min. Ocupaba un asiento frontal en el autobús. Veía desde el lado derecho el frente y el lateral del paisaje de suaves lomas verdes y valles de pasto. A un lado dejaba distintos accesos al Parque de la Naturaleza de Cabárceno, del municipio de Penagos. A continuación, atravesaba las localidades de Santa Mª de Cayón y Saro.

 

Calle en Villacarriedo

Palacio de Soñanes

Melancólica pausa. La primera parada del itinerario fue delante del hotel Abba Palacio de Soñanes, bien de interés cultural, en el valle de Carriedo. Una fachada de estilo barroco con referencias platerescas y churriguerescas equilibrada en su ornamentación de la cornisa (pináculosmodillonesacróteras y gárgolas) y simetría en los balcones de hierro forjado con un escudo heráldico del fundador Juan Antonio Díaz de Arce con leones rampantes, angelotes y monstruos marinos en el cuerpo central de la segunda planta sobre el portón de entrada. La fachada envolvía la antigua torre de los Díaz de Arce. Era el palacio más suntuoso de Cantabria, construido entre 1717 y 1720, símbolo de mayorazgo y prueba de nobleza, que debía ser “ermoso”1, por encargo de su fundador, y que por ello «formaron para la ermosura de las fachadas la orden corintia y siendo cierto tiene esta orden mas extimazion que la jonica»2, bajo la dirección del maestro de cantería Simón de Arce Muñoz. El propietario no dudó en pagar 140.000 ducados en la obra (27.440.000€ aproximadamente, según el precio del oro en peso en 2023 de 54.54€ por gramo de 22 K, es decir, 1 ducado equivalía a unos 196€).

Ocioso yacía el cuerpo del edificio, que fue reformado en 2001 como hotel. Aunque no se podía visitar el establecimiento, tras una breve incursión, pude vislumbrar la escalera interior y los jardines exteriores de la parte posterior del edificio.

Palacio de Soñanes

Colegio Calasanz de los PP. Escolapios

Un primo del diplomático Diaz de Arce, Antonio Gutiérrez de la Huerta, mandó levantar al lado del Palacio de Soñanes el Colegio Calasanz de los PP. Escolapios de Villacarriedo, fundado en 1746, y construido con bloques de piedra de sillería en estilo clásico y de enormes ventanales, al que también colaboró económicamente el propio diplomático de la Corte de Felipe V.

Colegio Calasan de los PP Escolapios

La visita se inició por la iglesia, donde estaba enterrado su fundador, actuando como guía el propio director del Centro, que había sido estudiante de la propia institución. Aparte de referir la misión del centro para la recuperación de los estudiantes en el internado, mostró el museo pedagógico a los visitantes (desde viejas tecnologías como el retroproyector, fonógrafo, giradiscos, ordenadores, máquinas de escribir, aves disecadas – como el casuario-, pieles de pitón, etc.), a través del cual acercaban los conocimientos de las distintas materias a los ojos de los niños.

Este lugar, hostil a la oscuridad, sorprendía por la iglesia de una nave con hornacinas laterales y una cúpula sobre pechinas en el crucero. Y sordamente feliz entre los muros del transepto se elevaba el altar procedente de la iglesia del Palacio de Elsedo, en Pámanes, de estilo churrigueresco del s. XVIII, mediante compra y posterior traslado en 1946. Un altar que tenía cierta controversia sobre la legítima propiedad, que el director manifestaba estaba demostrada por el Colegio.

Altar de la iglesia del Colegio

En cualquier caso, el retablo mayor barroco con sotabanco y predela tenía cuatro casas de relieves de madera, cuatro columnas de fustes ornamentados y tres calles rematadas en un ático que se adaptaba al hueco del ábside central, presidido por la imagen de la Virgen acompañada por dos santos en una perspectiva ascensional que coronaban la Virgen, el Padre y el Hijo. Estaba profusamente decorado y recargado con esculturas de ángeles y querubines. Recordaba por su composición el retablo de José Churriguera que había visto en la iglesia de Santiago de Medina de Rioseco durante la exposición de las Edades del Hombre (Passio, 2011), aunque este tenía dos niveles en las tres calles.

Santuario de la Virgen de Valvanuz

En un reflejo sobre la pradera emergía el Santuario de la Virgen de Valvanuz, patrona del Valle de Carriedo, en las afueras de Selaya sobre la fronda de una ladera. Iniciado en el s. XVI tuvo remodelaciones en los siglos posteriores. Era una parada de atracción humana. En el exterior, la iglesia de una nave de 33 m de largo y 9 m de ancha tenía adosada un pórtico a lo largo del muro de la epístola. Una espadaña de tres cuerpos se apoyaba en macizos pilares de sillería de piedra. Ligeras ventanas entre los contrafuertes exteriores iluminaban tibiamente con colores de vidrieras sencillas la bancada del interior.

La crucería de las naves y las claves del techo de la sacristía representaban tímidos indicios estilísticos en el interior. Esperando el cura, y situado detrás de una reja veía el presbiterio y la imagen de la Virgen, gótica del s. XIII de 56 cm de altura, alzando la mano derecha en actitud de sostener algo (fruta o flor de salvación) con el Niño sobre su rodilla izquierda en una urna plateada, rodeada de leyenda, que fue poco a poco desgranando históricamente el guía para revelar el crecimiento popular que había tenido la aparición de la Virgen y la acogida de la romería que todos los 15 de agosto congregaba a una multitud para ver el desfile de la Virgen coronada. Dos esculturas en el lado del Evangelio mostraba un Cristo crucificado y una Piedad de traza moderna. A los pies de la nave un Carro Triunfal tenía el armazón para sustentar la imagen procesional. Detrás del templo, cruzando un puente de escasos metros de anchura había un manantial de agua fresca y transparente que bebi y al lado un cartel de dibujo sereno reproducido más abajo en una fotografía. La leyenda quedaba explicitada junto al manantial, vivo y sugerente.

Santuario de la Virgen de Valvanuz

Fuente y leyenda de la aparición de la Virgen

Museo de las Amas de cría pasiegas

El eco de las mujeres que amamantaron a hijos que no eran suyos y que se vieron forzadas a migrar se situaba en el Museo de las Amas de cría pasiegas de Selaya con la prohibición expresa de realizar fotografías de todas aquellas mujeres fotografiadas con los niños bajo su crianza. Pude, no obstante, grabar el traje que usaban para tales menesteres. De nuevo, el cura explicaba el valor de aquellas mujeres seleccionadas clínicamente por médicos para suplir a las madres de la burguesía o clase social alta, principalmente de Madrid, incluidos los hijos de varias dinastías de la Familia Real Española (entre ellos Alfonso XII o el mismo Don Juan, Conde de Barcelona), que eran contratadas una vez que habían parido un niño al que dejaban atrás para nutrir y criar con su leche a otros niños.

Casa de la Beata. Museo de amas de cría pasiegas

Fábrica de sobaos pasiegos y quesadas

La boca con afán aspiraba a comer dulces de la tierra. De regreso a Villacarriedo, la hija de la propietaria de la fábrica de sobaos pasiegos y quesadas Joselín explicó y mostró a través de una cristalera el proceso industrial in situ de almacenamiento de quesadas. La degustación de sobaos y quesadas fue el colofón de la excursión. Sin duda, el componente mágico del sobao es la mantequilla. Sin olvidar la harina de trigo, el azúcar y el huevo. Mientras que la quesada debe tener 100% leche cuajada de vaca, a la que se añade azúcar, mantequilla, limón, canela y huevos batidos. Cualquier cuerpo bajo su lengua siente placer y trémulo suspira por este postre.

Fábrica de sobaos y quesadas

Regreso

Dejaba la silenciosa y lánguida hermosura de los Valles hasta Liérganes. Allí estiraba las piernas en muda melodía de pasos para acercarme a la plaza de Rubalcaba y ver la casona de los Miera-Rubalcaba (s. XVIII) de vívida arquitectura en traza de bulto prodigioso en la cruz sobre heráldica con remate esquinal en el noroeste del edificio.

Liérganes. Casona de los Miera-Rubalcaba


1, 2 Miguel Ángel ARAMBURU-ZABALA HIGUERA y Aurelio A. BARRÓN GARCÍA. –El palacio del intendente de Aragón don Juan Antonio Díaz de Arce en Villacarriedo. En BOLETÍN MUSEO E INSTITUTO CAMÓN AZNAR N.o 114 • 2015.

 

 

 

 

 

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