Albarracín, pueblo bonito turolense.
Aragonesa, fría, intricada, amurallada y con un castillo en la cota de los 1195 mts., esta ciudad monumental contiene vistas a fachadas singulares de palacetes (por ejemplo, la Casa de los Monterde o el Palacio Episcopal que alberga el Museo Diocesano), así como viviendas en cualesquiera de las callejuelas empedradas. Una destacada, principal en el siglo X, es la calle de la Catedral donde se levanta la Catedral del Salvador construida hacia 1200, aunque la parte más visibles es posterior. Ahormada en el cogollo de la ciudad, Albarracín se distingue a lo lejos por su campanario de planta cuadrada.
Luis Miguel Villar Angulo & LMVA
Este es uno de los pueblos que más seducen a los amigos viajeros que lo han conocido.