CU de la US
Luis Miguel Villar Angulo

De Alcudia a Petra, cuna de un misionero universal

Había hecho el camino de ronda por el recinto amurallado del siglo XIV de Alcudia, población que recordaba con su nombre una antigua alquería musulmana. El paseo había sido de tránsito cómodo y con amplias vistas sobre la ciudad de algo más de 20.000 habitantes. Mientras, los alcudienses y forasteros se habían congregado en el mercadillo de los martes en el interior de la muralla. Situada la villa en la parte septentrional de la isla de Mallorca, su historia estaba envuelta en invasiones turcas y revueltas internas entre seguidores de familias reales, aunque lo más preciado en la actualidad eran sus calas y playas.


Alcudia. Ayuntamiento

Alcudia. Puerta de Mallorca

Después de abandonar la plaza del Ayuntamiento, donde la torre del cuerpo central del consistorio y los dos ventanales de estilo regionalista mallorquín destacaban por su singularidad, salí por la Puerta de San Sebastián o Puerta del Mallorca, que era una de las tres puertas almenadas de una antaña plaza fuerte (Puerta del Muelle, Puerta de Mallorca y Puerta de la Vila Roja), en dirección a Sa Pobla, de 13.764 habitantes, famosa por el cultivo de la patata en terrenos desecados de las marismas de S’ Albufera, que distaba a 14 km.

La Comarca del Raiguer estaba salpicada de molinos de viento para la extracción de agua con sus característicos listones de madera y La Puebla ofrecía bienes culturales relativos a las nueve cruces de término y a la Iglesia Parroquial de Sant Antoni Abat del siglo XVII que se preparaba para la festividad de la Semana Santa montando pasos procesionales. La nave central del templo se abría en una docena de capillas construidas en el siglo XVIII con retablos  de factura barroca en su mayoría. Una talla del Padre Jesús Nazareno se encontraba a la entrada del portal mayor. Fuera, las calles pulcras y alineadas en trazo recto estaban solitarias. Las casas de una planta o con sobrado mantenían la misma fisonomía en puertas y ventanas con persianas de madera en color verde.

Me llamó la atención que ningún poblero paseara a las 12,30 h por la Plaza de la Iglesia en pleno centro del pueblo. Luego visité una curiosa exposición al aire libre situada en los jardines del Museo Can Planes, edificio del siglo XIX, en la calle Antonio Maura. Era sorprendente el contraste entre las edificaciones de color siena del pueblo y el fondo museístico contemporáneo del interior del Museo, amén de las esculturas u objetos del jardín que suponían un rompimiento con la tradición rural de la zona.

Sa Pobla. Iglesia Parroquial de Sant Antoni Abat
Sa Pobla. Talla del Padre Jesús Nazareno
Sa Pobla. Museo Can Planes
Sa Pobla. Objeto de exposición

Recorriendo 5,5 km me planté en la población de Muro de casi 7.000 habitantes que conservaba restos talayóticos de la Edad de Hierro, como la vecina Ciudadela de Menorca. Me detuve en el casco antiguo junto a la imponente iglesia de San Juan Bautista de estilo gótico catalán hecha en piedra de arenisca. No pude entablar conversación con ningún murero porque hice una breve parada antes de comer en un restaurante que servía comidas tradicionales de la zona conocida como la “cesta de las verduras”. Allí me comentaron la gran afluencia de extranjeros que habían copado las residencias de la playa de arena blanca en la costa noreste aprovechando la visión de un suave paisaje de incomparables aguas azules y de sorprendentes auroras.

Muro. Iglesia de San Juan Bautista
Muro. Iglesia de San Juan Bautista

Dirigiéndome a Sineu, población de 3.700 habitantes (2018) y a 13 Km de distancia, comprobé la rica naturaleza de la comarca del Llano de Mallorca: una planicie de cultivos hortícolas que verdeaba el campo en primavera;  unas mieses de espigas de trigo, avena, cebada o centeno de hermosas aristas para cuadros pintados que atraían a peregrinos de la belleza. Al fondo, majestuosa, la silueta de la Iglesia parroquial de Santa María de elevado campanario aumentaba su gravedad inerte.

Las cruces de término o de humilladero (como la Cruz de los Muertos) plantadas como mojones a la entrada o en el casco de las villas celebraban egregias el triunfo de la fe en la gente y la recordaban a los futuros pobladores. En este caso, la cruz aludía que por allí pasaban los muertos que se enterraban en el cementerio.

Sineu. Vista panorámica

Sineu. Cruz de los Muertos, siglo XVI

La Iglesia parroquial de Santa María restaurada en estilo gótico en el siglo XVI destacaba sobre el resto de las edificaciones. Tenía una nave única con capillas laterales, distribución que había visto en Sa Pobla. Además, mantenía en el exterior el estilo constructivo de la iglesia contemplada anteriormente en Muro. Delante del templo, el monumento “El León” de cobre (1945) sostenía el escudo de la ciudad.

Sineu. Torre campanario y monumento “El León”

Los sineueros preparaban el mercadillo de los miércoles donde se degustaban productos típicos y se bailaban boleros, y era el único que exponía semanalmente animales de granja. Aquel día no se veía a nadie por las calles. Me llamó la atención en la imaginería religiosa del templo un descendimiento que parecía un tema inspirado en la Hermandad de la Quinta Angustia de Sevilla y que había visto igualmente en la Ermita de Nuestra Señora de Gracia en el Barrio de las Cuevas de Guadix.

Sineu. Iglesia parroquial de Santa María. Descendimiento.

Recorrí la devota y agrícola comarca en una gira artística y reivindicadora. El término era la villa y municipio de Petra, antigua alquería musulmana, de 2.825 habitantes (2018), y cuna de un misionero universal que había sido bautizado en la Iglesia de San Pedro.

Petra. Iglesia de San Pedro

El misionero y evangelizador de California, Fray Junípero Serra, dio sus primeros pasos en Petra en 1713. Desde Cádiz, sin despedirse de sus padres, les escribió una emotiva carta de despedida. Fundó o ayudó a fundar nueve misiones de las 21 que recorren la costa de California (Estados Unidos).

Petra. Calle dedicada a Fray Junípero Serra

Había tenido la oportunidad de circular por el Camino Real de California de 966 km que unía las misiones desde la primera fundada en San Diego a la de San Francisco. Una experiencia encomiable que sobrepasaba toda la acidez crítica que se vierte en la actualidad en ambientes hispanoamericanos sobre los pioneros y misioneros, a pesar de la reivindicación histórica de esos prohombres que hizo Charles F. Lummis en 1893.

Petra. Placa cerámica conmemorativa de una misión fundada por Fray Junípero Serra

El misionero franciscano Fray Junípero ha sido canonizado santo por el Papa Francisco en la Basílica Inmaculada Concepción de Washington. (Septiembre de 2015).

Entre estos pueblos llanos, entre estos molinos de viento, entre estos restos talayóticos, entre estas cruces de término, no turbaba el silencio ni un balido, y al fondo de sus calles limpias, imponentes torreones almenados, campanarios de piedra arenisca, devoción mística en capillas y un santo evangelizador levantando misiones de vida y de idealidad, alcudienses, pobleros, mureros, sineureros y petreros me habían atrapado con su magnetismo de paz.

Conduciendo de regreso a Alcudia, había notado un unto de humedad por el viento de levante entre mis dedos que había secado frotándolos contra la panilla del pantalón.

Mañana va a soplar la tramontana, me dije. Mejor será cambiar de aires y hacer una ruta al Santuario de Lluc.

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Luis Miguel Villar Angulo
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