Por tierras conquenses equidistantes de Cuenca y Madrid, en un paisaje de soledades, me acerqué a Tarancón. Las calles apagadas por las sombras contrastaban con la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción que había absorbido la luz del mediodía.…
Tarancón y el retablo plateresco de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción
