CU de la US
Luis Miguel Villar Angulo

Casas modernistas en Zamora

Casas modernistas en Zamora.

Por

Julio Villar Angulo,

Autor de fotografías. Textos seleccionados de 

  • Arquitectura y urbanismo en Zamora (1860-1950). Alvaro Avila de la Torre. Tomo I- Edición IEZ Florián de Ocampo. Zamora. 2009, y
  • Zamora en la ruta europea del modernismo, según Maria Teresa Paliza. Esta profesora indica que Zamora tiene 19 inmuebles de estilo modernista, de la cuales 14 están firmados por el arquitecto catalán Francisco Ferriol.
  • De la ‘Ruta del Modernismo’ forman parte ciudades como Barcelona, Comillas, Moscú, París o Budapest.

Diputación

El Palacio Provincial (Antigua Diputación). Lo primero que tenemos que decir es que las DIPUTACIONESfueron establecidas por las Cortes de Cádiz y que tuvieron sus apariciones y desapariciones  en el convulso s. XIX.

Fue diseñada inicialmente por Pablo Cuesta en 1867, pero la crisis agrícola y los problemas sociales que vivió la provincia en el último tercio del s. XIX paralizaron las obras hasta 1875; diseñó la distribución de las plantas. En 1878 Pablo Cuesta será sustituido por Segundo Viloria, responsable de la decoración de algunas dependencias – las escaleras de acceso al piso superior- y la fachada exterior.

El edificio se levanta sobre un zócalo de granito, posteriormente apreciamos muros de sillería con una piedra más adecuada para el diseño neorrenacentista. La portada de arco de medio punto que apoya sobre pilastras con decoración  a candelieri; en las enjutas hay dos medallones con bustos y pequeños y sinuosos animales fantásticos que se pueden encontrar en el piso superior- realizada por Eduardo Barrón-. En los laterales, las ventanas son adinteladas con antepechos de granito coronadas con frontones sin labrar. En la planta principal dispuso un amplio balcón, que enlaza los tres vanos separados mediante pilastras acanaladas y que deberían haber tenido frontones tallados. Delicadas ménsulas establecen la transición entre el piso superior y la cornisa, alternando entre  ellas, óculos. Remata, haciendo eje con la portada, un escudo de la ciudad, decorado y flaqueado por motivos vegetales.

Modernismo en Zamora

Norberto Macho

Norberto Macho,1916. El farmacéutico Norberto Macho solicita a Francisco Ferriol i Carreras este edificio en la Plaza de Sagasta. Presentó al principio problemas de alineación con la calle S. Torcuato, solventándolo mediante una diagonal, apreciable en la planta de la plaza en el arranque de la calle san Torcuato.

La casa consta de planta baja y tres pisos. Destaca en su fachada el mirador de fábrica, proporcionalmente subdividido por pilastras gigantes muy estilizadas, decoradas con pequeños besantes, que dinamizan la verticalidad – sensación que busca provocar en sus edificios-, ayudado por el remate del último cuerpo, algo modificado posteriormente, según fotos antiguas.

El arquitecto es fiel a su estética edilicia, remata en forma de piñón decorado con vástagos sinuosos que flanqueaban un medallón, a modo de cartela, donde figura el año de terminación del edificio. Todo ello protegido por una cornisa de baquetón con extremos helicoidales y ricos motivos vegetales. En los laterales abrió unos vanos con recercos sinuosos y decoración vegetal que armonizaban con un piñón – hoy desaparecido- en los que aparecen girasoles.

Hay que fijarse en el repertorio decorativo y cómo evita la sensación de pesadez de la fachada al estudiar profundamente la combinación del macizo y el vano y eliminar el sentido de robustez que le daría el mirador de fábrica de esas dimensiones. Dos detalles a tener presente en el mirador:

  • Los dos calles centrales son algo más altas que las dos de los extremos.
  • Las pilastras gigantes no llegan hasta el final, son interrumpidas en su ascensión hasta algo más de la mitad de la 3ª planta, donde realiza un capitel cuyo ábaco es también el ábaco del capitel jónico de la pilastra invertida sobre el que asienta un entablamento mixtilíneo.

Casa López Gálvez

Casa López Gálvez. Mariano López Gálvez le propuso a  Ferriol que dejó su temperamento creativo, en agosto de 1908 una ampliación y una entrada accesoria por la calle Balborraz; la casa tenía su entrada principal por la calle de los Herreros. Con ello, se suprimía un pequeño callejón formado por la vivienda y el ayuntamiento viejo. Fue una intervención menor, pero aún y así supuso una ruptura al diseño predominante en las casas de la calle Balborraz. En la planta baja abrió una puerta de remate curvilíneo protegida por una chambrana semicircular y en la superior rasgó un amplio vano mixtilíneo coronado por un guardapolvos de similares características que se prolonga y divide el antepecho de la terraza superior. Además del juego de líneas sinuosas, tan habitual en el modernismo,  se debe apreciar la variedad de soluciones, que dinamizan el conjunto y, sobre todo, los remates vegetales y especialmente los trabajos de forja tanto del montante como del hueco de primer piso.

Casa Prieto

Casa Prieto, fue el primer encargo de Antonio García Sánchez-Blanco. El comerciante Emilio Prieto Prieto le propuso reformar el edificio en1921. Principalmente modificó la fachada y realizó un levante.

  1. Desvió la puerta de acceso hacia la izquierda, para dedicar la mayor parte del bajo al negocio del promotor.
  2. En las plantas de los pisos dispuso en los extremos miradores de fábrica sobre los que asienta balcones en la tercera planta y también en los vanos centrales
  3. Evitó impostas y prestó mucha atención a los recercos, que al enlazar con las repisas superiores persiguen la verticalidad
  4. Los motivos decorativos más destacados son:
  • Hojas carnosas en los dinteles y en las ménsulas de los balcones
  • Capiteles heterodoxos y palmetas en las tribunas
  1. Como nota inarmónica destacaré  la sencillez de los vanos superiores.
  2. En la cornisa dispuso una balaustrada, cuyos tramos extremos se encuentran dos leones alados. 
Modernismo en Zamora

Casa Puente

Eugenio Durán. Construye la casa del concejal Vicente Puente, en la calle Viriato, que se había abierto a finales del s.XIX. Inicialmente de planta baja y primera, sobre la que se construyó, posteriormente dos más, claramente apreciable por la falta del tratamiento ornamental de sus vanos.

El acceso se realiza por un vano cerrado por un arco de medio punto. En la primera planta nos encontramos con unos vanos adintelados y una decoración con sinuosos leones, que enmarcan la cabeza de otro animal depredador, resguardados por un guardapolvos a manera de arco escarzano y un mirador de madera.

Modernismo en Zamora

Casa Leirado

Casa Leirado, 1910.  El arquitecto Ferriol proyecta esta vivienda de la calle de Balborraz, frente a la Casa López Gálvez, donde muestra una hábil solución a su estrecha fachada. La calle Balborraz se caracterizaba por casas de fachada con balcones y miradores de madera – algo distintivo en muchas construcciones de la ciudad- además de no sobrepasar las tres alturas; Ferriol no se atuvo a ello y también destaca el edificio por esto.

Ferriol dispuso en toda su fachada un mirador de fábrica donde prevalecen los elementos que refuerzan el sentido vertical, apoyándose en minimizar los elementos horizontales y columnas de gráciles fustes. Al utilizar una alternancia de arcos carpaneles -1ª y 4ª planta- y un amago de arcos túmidos -2ª y 3ª-, esa alternancia también la llevó en la decoración.

No obstante esta casa se encuentra más cerca del eclecticismo que del modernismo.

Modernismo en Zamora

Calle Balborraz

Casa Felipe Rodríguez

Segundo Viloria, benaventano, construye la casa de Felipe Rodríguez, destacado político provincial – de un estilo ecléctico clasicista- el proyecto del inmueble en el solar que hace esquina entre la calle Viriato y la plaza Sagasta. Edificio que en sus bajos se instaló la empresa textil LA ROSA DE ORO.

El interés se centra en los dinteles de los huecos, todos los balcones, y en el friso de los remates.

  • En los primeros, sostenidos por ménsulas y protegidos por guardapolvos, colocando en su interior flores enmarcadas por vástagos
  • En el segundo está compuesto por una sucesión de arquillos ciegos que animan el muro.

Casa Fuentes

Casa Fuentes, en la calle Viriato, obra de Eugenio Durán en la que mantiene la estética de los edificios colindantes, con sus dinteles sobre ménsulas y la cornisa del remate; presentando algunas diferencias con los otros edificios levantados, así:

  • las pilastras de los vanos de la planta principal se encuentran decorados con candelieri
  • los dinteles con cabezas de seres fantásticos, caballos que surgen de tallos vegetales y rostros de abundantes barba y cabellera.

En el segundo piso, repite el mismo sistema, pero la figura es un león con las fauces abiertas.

En el tercer piso, el dintel se quiebra-imitando al inmueble vecino- una pareja de dragones sostiene una copa.

Hay que destacar que algunos de los detalles descritos se pueden ver en otros edificios próximos, pero el exceso decorativo que presenta el inmueble, no es frecuente en E. Durán y que contrasta con la contención decorativa apreciable en los otros edificios de la calle. Se interpreta esta generosidad ornamental en la posible influencia de la contemporánea portada de la Diputación, que como ya se ha indicado, realizada por Eduardo Barrón. No obstante, la presencia de detalles neorrenacentistas refuerza el carácter ecléctico de la fachada, en el que se admitía cualquier referencia formal.

La recién abierta calle Viriato cobró un llamativo atractivo para la burguesía de la época, gracias a la labor de Eduardo Durán y Segundo Viloria, en menor proporción, en pleno centro de la “ciudad medieval”, dándole un sabor más moderno.

Casa Luelmo

Casa Luelmo, 1922. ANTONIO GARCIA SANCHEZ-BLANCO recibió el encargo de reforma de este edificio. El arquitecto imprimió rotundidad a la fachada al disponer amplias tribunas de fábrica que abarcan los tres primeros pisos de viviendas. Se puede observar el ritmo de la misma, tres calles, siendo la central más estrecha y ligeramente retranqueada. Tanto los antepechos como las columnas son diferentes en cada planta, excepto en las secciones centrales. En las inferiores presentan unas estípites rematados con figuras femeninas a modo de cariátides, que han dado nombre al edificio. El coronamiento del mirador también es digno de mención, pues aporta un importante dinamismo gracias a la ligereza de los diseños de los antepechos. El último piso queda en un plano posterior y, aunque sus vanos no presentan ningún tipo de moldura, si incluye motivos sinuosos en el friso que decora el muro y en el remate, que cuenta con un medallón adornado, enmarcado por guirnaldas, donde aparece las iniciales del promotor.

Casa de Gregorio Prada (1908) – Calle Quebrantahuesos, nº 1, esquina con la Calle Renova – Arquitecto Francisco Ferriol.

Casa Prada, 1908. El farmacéutico Gregorio Prada le propone a Francisco Ferriol que le haga un proyecto para un pequeño solar –posteriormente lo ampliaría por la adquisición de una casa colindante- en la confluencia de la calle Renova y Quebrantahuesos, junto a la plaza de Sagasta. En ella Ferriol utiliza productos constructivos, poco usados hasta ese momento en la ciudad, el cemento. En el desarrollo de las fachadas, Ferriol primó el juego de los colores, entre el rojo de los entrepaños y el tono parduzco de los recercos de los vanos y las esquinas, potencia la verticalidad y reforzó la sinuosidad propia del modernismo en las molduras de los huecos de los balcones –los que dan hacia la calle Renova- y más tímidamente en los de la calle Quebrantahuesos y muy acusado en el remate del edificio. El modernismo se deja palpar en los motivos florales de los antepechos, los tallos vegetales de los dinteles y los rostros femeninos que podemos encontrar en la planta baja y en los tramos elevados del coronamiento. Desgraciadamente, como ocurre con algunas restauraciones, suprimieron algunos de los motivos ornamentales y otros como la cubierta de pizarra y la policromía.

Siendo un edificio modernista, también se puede apreciar algunos planteamientos eclécticos, enmascarado con motivos del nuevo estilo. Se puede ver claramente en los alfices – elemento que deriva del período tardo-gótico y principios renacentista hispano-ventanas de la planta baja de la calle Quebrantahuesos, que terminan como si fuesen u pequeñas ménsulas con cabeza femenina y flores. Tengamos presente los trabajos de forja.

Teatro Ramos Carrión

Francisco Ferriol. Su iniciativa corresponde a la Diputación. Deteniéndonos sólo en el exterior, se puede apreciar una fachada:

  • tres calles separadas por pilastras corintias
  • el centro ligeramente adelantado con vanos cerrados por arcos de medio punto, con un pórtico de tres arcos de medio punto sobre pilares en la central y un segundo cuerpo con balconada, lo que le da mayor gracilidad y, a la vez, impedía la visión del cierre de la platea y era aprovechado para el ambigú.
  • coronado por un frontón curvo y una crestería rematada por acroteras.

Está considerado como obra de postrimerías de este estilo.

Casas Luelmo, Prieto y Macho

La plaza de Sagasta, es donde nos encontramos con una mayor concentración de edificios modernistas, pero antes de iniciar una descripción de esos edificios, hagamos un poco de historia de la misma, plaza en la que confluyen arterias peatonales o semipeatonales actualmente.

Anteriormente conocida por plaza de la Hierba. Fue un mercado callejero en el que se vendía frutas y verduras hasta 1904, fecha en que entró en funcionamiento el mercado de Abastos. El nombre le viene por un acontecimiento sucedido en 1531 entre dos familias vecinas, los Mazariegos y los Monsalve. Todo comenzó cuando el joven Diego Mazariegos la emprendió a bastonazos, en una reunión con su anciano tío Francisco Monsalve. El daño causado y el dolor de la ofensa se convirtió en venganza tras conocer el fallecimiento del anciano. El miedo a las flechas que se disparaban desde las ventanas de uno y otro lado de la plaza hizo la zona vedada al tránsito de los zamoranos. La hierba y la maleza comenzaron a crecer tanto que la plaza fue llamada popularmente Plaza de la Hierba. Hubo un reto a muerte en al Campo de la Verdad, pero hubo otro en las calles de la ciudad entre los partidarios de uno y otro bando que finalmente se saldó sin muertes. Con el paso del tiempo la zona recuperó su tránsito, la hierba desapareció, pero no así el nombre de la plaza que recuerda lo sucedido.

Entre los edificios que podemos destacar, se encuentran algunos que comparten parte de su construcción con la calle Viriato, Renova o Quebrantahuesos.

El arquitecto Antonio García Sánchez-Blanco, que a través de su obra se puede apreciar:

  • la influencia francesa en el aspecto decorativo- bastante variado-
  • tiende a rematar sus edificios con cornisas ondulantes, pontenciadas con jarrones
  • aprovechar los solares con esquinas para crear perspectivas efectistas que enriquezcan el trazado urbano

Casa Prieto, fue su primer encargo, reformar el edificio del comerciante Emilio Prieto Prieto, 1921. Principalmente modificó la fachada y realizó un levante.

  1. Desvió la puerta de acceso hacia la izquierda, para dedicar la mayor parte del bajo al negocio del promotor.
  2. En las plantas de los pisos dispuso en los extremos miradores de fábrica sobre los que asienta balcones en la tercera planta y también en los vanos centrales
  3. Evitó impostas y prestó mucha atención a los recercos, que al enlazar con las repisas superiores persiguen la verticalidad
  4. Los motivos decorativos más destacados son:
  • Hojas carnosas en los dinteles y en las ménsulas de los balcones
  • Capiteles heterodoxos y palmetas en las tribunas
  1. Como nota inarmónica destacaré la sencillez de los vanos superiores.
  2. En la cornisa dispuso una balaustrada, cuyos tramos extremos se encuentran dos leones alados.Casa Luelmo, en 1922 recibió el encargo de reforma de este edificio. El arquitecto imprimió rotundidad a la fachada al disponer amplias tribunas de fábrica que abarcan los tres primeros pisos de viviendas. Se puede observar el ritmo de la misma, tres calles, siendo la central más estrecha y ligeramente retranqueada. Tanto los antepechos como las columnas son diferentes en cada planta, excepto en las secciones centrales. En las inferiores presentan unas estípites rematados con figuras femeninas a modo de cariátides, que han dado nombre al edificio. El coronamiento del mirador también es digno de mención, pues aporta un importante dinamismo gracias a la ligereza de los diseños de los antepechos. El último piso queda en un plano posterior y, aunque sus vanos no presentan ningún tipo de moldura, si incluye motivos sinuosos en el friso que decora el muro y en el remate, que cuenta con un medallón adornado, enmarcado por guirnaldas, donde aparece las iniciales del promotor.

Casa Fernández

La Casa de Anacleto Fernández,  en la intersección de la calle Viriato con S. Andrés, diseñada por  Eugenio Durán, ha perdido los miradores de madera, cuya existencia se ratifican fotos antiguas, ha restado gran parte de la elegancia original. En las plantas de pisos de Durán enmarcó los huecos con pilastras con cuidados capiteles. Asimismo, en los dinteles de los pisos primero y segundo, además de una sinuosa decoración vegetal, colocó rostros humanos y flores, mientras que en el último los quebró para semejar un frontón.

Casa Román

Casa Román, en 1910 en la Costanilla, Benlliure y plaza el Fresco proyecta el inmueble para Antonio Román Santiago, dueño de una fábrica de chocolates.

La portada está rasgada en la fachada de la calle Mariano Benlliure y consta de un ingreso adintelado sobre el que dispuso de un pequeño balcón con antepecho de fábrica. Por encima de los amplios huecos del piso añadido abrió un balcón corrido que recorre todos los muros y está sostenido por desproporcionadas ménsulas. Frente a las líneas horizontales que imprimen el último y la cornisa, las hileras de miradores y varios balcones que tienden a “graparse” introducen tensiones verticales gracias a la continuidad de los recercos de los huecos y repisas. En el plano alzado, la fachada a la plaza del Fresco fue pensada de manera más ordenada.

La decoración del edificio es totalmente ecléctica, pero no faltan detalles modernistas, como la forja de las barandillas y los abundantes motivos florales de los dinteles, donde aparecen girasoles, incluso detalles filiación sezessionista, como los péndulos que hay en las tribunas.

Como dato curioso, es el primer inmueble que tiene ascensor.

Casas Pérez y Merchán

Matilde Merchán encargó al arquitecto benaventano Segundo Viloria – arquitecto con una gran habilidad para sacar al ladrillo lo mejor, llegando a utilizarlo para producir un efecto neomudéjar, pero de escasa identidad por lo que no permite englobarlo dentro de esa corriente- el proyecto de un inmueble en el solar que había junto al solar donde se levantaría la casa de Romualdo Pérez y frente a la iglesia de S. Juan de Puerta Nueva, en 1894. En el proyecto propone el uso de la sillería para el zócalo, jambas y dinteles de los vanos, en las impostas, repisas, ménsulas y en la cornisa, empleando el ladrillo visto los muros. De ahí que se hable de arquitectura policroma.

En los dinteles de los balcones aparecen sinuosos grifos tenantes con la inicial del apellido de la promotora.

(Casa Merchán es foto inferior)

Casa Pérez

Casa Pérez, promovida en Romualdo Pérez Méndez, en un solar de la plaza S. Miguel, hoy forma parte de la Plaza Mayor. Lo más llamativo su verticalidad. Sus cuatro vanos, el potencial de mirador hacia la plaza las pilastras de orden gigante, que potencia su verticalidad, a la vez que la ruptura del muro en su sección final le da un cierto dinamismo. La ornamentación de los vanos se realiza mediante guardapolvos mixtilíneos con orejeras y marco similar en la ventana del último piso. Estos elementos decorativos son un reflejo de la decoración española del s. XVIII.

Casa Hervella

Casa de Hervella y cierre del Jardín de la casa de Miguel Hervella (1911) por Francisco Ferriol. La casa llega hasta el paseo de S. Martín, presentando un chaflán, junto a la iglesia. Lo primero que hizo fue diferenciar las alturas con una ancha franja horizontal en la planta baja, la imitación del despiece de sillares y la ubicación de pilastras en el piso principal y ambas plantas quedaron divididas por un friso con placas. La puerta está descentrada con respecto al eje y el resto de los huecos están enmarcados por pilastras que se prolongan hacia los balcones y las ventanillas del piso bai cubierta. La planta principal está potenciada por tres miradores de madera, uno en el chaflán y dos en la fachada de la calle rúa de los Francos, coronados con elementos eclécticos.

Casa Lorenzo

Casa Lorenzo. Fuera de la plaza de Sagasta nos encontramos con otro inmueble que se enlaza con ese interés de dar una imagen moderna a la ciudad, me refiero al edificio existente entre la Puerta de la Feria y la cuesta de S. Bartolomé, edificio que perdió cierta gracilidad- según el proyecto inicial 1924-. Fue encargado por el comerciante Joaquín Lorenzo. El arquitecto aprovechó la situación del solar para potenciar la esquina en la que dispuso un mirador con columnas similares a las que instaló en Casa Luelmo, elevar una planta más- donde se aprecia la influencia francesa, apreciable en la decoración con motivos avenerados sobre algunos vanos, empleó el orden gigante.

Casa Tejedor (1913)

Casa Tejedor (1913). Arquitecto Francisco Ferriol.  Conocido por El Jarama (llamada así por el bar que hubo en sus bajos posteriormente), 1912, en la puerta de la Feria y en diagonal con la casa Lorenzo de Antonio García. La decoración y la forma de la cornisa responden al lenguaje arquitectónico de Ferriol, las decoraciones circulares de la parte superior a las del edificio que levantó en la plaza del Mercado – Aguiar- y todos los sinuosos motivos vegetales que adornan los dinteles y los recercos se repiten en algunas casas de vecindad de este autor- casa Matilla-. Arquitecto que tuvo un gran nivel de elegancia, meticuloso en los detalles y exquisitez plenamente modernista.
Al igual que ocurrió con la casa Pinilla de A. García Sánchez- Blanco, Ferriol buscó, dado la ubicación del solar “extramuros” imaginar una solución que resaltase su posición de cruce de caminos e ingreso a la ciudad histórica desde el norte, creando un punto focal y a la vez manifestaba su interés por “hacer ciudad”.

Casa Pinilla

Casa Pinilla. El proyecto es un encargo a Antonio García Sánchez-Blanco del  diputado provincial Bernardino Pinilla en 1927 en la esquina de la calle Alfonso IX y Príncipe de Asturias. Es un edificio achaflanado  con una rotonda de miradores, rematada con un llamativo chapitel bulboso. Se aprecia la potenciación del chaflán y afianzó su condición de punto focal  dentro de la expansión de la ciudad por esa zona. En el resto del edificio se aprecia los ejes de los balcones, separados por anchas pilastras acanaladas de orden gigante enlazadas por arcos de medio punto. De este modo se establecía la concepción armoniosa, ordenada,  esbelta y dinámica de los muros, potenciada por la cornisa, de tramos convexos y con pequeñas pirámides a modo de pináculos.

Los motivos florales, las volutas, las palmetas y los escudos que se despliegan por los miradores, así como la cornisa y el chapitel bulboso entroncan fielmente con el eclecticismo.

Casa de Ambrosio Bobo

Casa de Ambrosio Bobo, miembro de una familia harinera, encarga a Segundo Viloria en 1898 el proyecto de un inmueble en la calle Benavente. Dada la pujanza económica de la familia, Viloria usa sillares en los marcos de los huecos y en los esquinales. Desgraciadamente este edificio sufrió algunas modificaciones en años posteriores, por ejemplo, los miradores de madera por otros de fábrica.

La planta baja, Viloria abrió cinco huecos, enrejados en los laterales con la puerta de ingreso en el central. Los dos pisos de viviendas repiten la misma composición, miradores en las calles extremas y las restantes con balcones, corridos en el caso de las dos centrales. Las repisas de todos ellos apoyan en ménsulas ricamente labradas En éste caso los vanos del primer piso presentan variados motivos  vegetales en los marcos, mientras que en los de la segunda planta son más sencillos, aunque con los acróteros. Llama la atención el estípite rematado con un busto que separa los balcones del eje central. Los antepechos de los balcones de elegante y complicada forja con las iniciales del propietario.

Casa de Ambrosio Bobo

Segundo Viloria recibió el encargo de un proyecto para el solar existente entre la calle Santa Clara y Calle Benavente en 1909. El solar es más alargado que ancho; en su lado más largo diseña la fachada con siete ejes de vanos, el central con un mirador y los demás balcones. La sección correspondiente a la calle santa Clara la resuelve mediante un eje de balcones y la esquina achaflanada, que posteriormente se vio enriquecida mediante un mirador. La decoración la concentró en las ménsulas que soportan el voladizo de los balcones y en los recercos de los vanos, predominando hojas estilizadas – primera planta- y palmetas en las segunda. En los miradores destacan las guirnaldas. Al igual que en el otro edificio de la calle Benavente, los antepechos de los balcones nos presentan una forja llamativa con las iniciales del propietario

Casa Galarza

Casa Galarza de Eugenio Durán. Se proyectó en 1884 para Félix Galarza, un acaudalado ciudadano y que le sucederá una saga de notables políticos de Zamora.

En dicho edificio se puede apreciar el influyente en su obra, el clasicismo, así se puede apreciar la prominente imposta con la que separa las plantas. Las plantas se caracterizan por la presencia de los miradores, no centrados. En la primera planta los vanos se encuentran decorados con frontones quebrados con bustos femeninos que se encuentran rodeados de vegetación en sus tímpanos y en los dinteles con decoración de rombos que se asientan sobre ménsulas labradas. Pero hay otro elemento a destacar el trabajo de hierro de forja de sus balcones con un diseño que atrae las miradas y que tienen una cierta similitud de las rejas de las ventanas de planta baja andaluzas por su forma panzuda de  y los miradores de estilo neogótico.

Perdió parte de su elegancia en el diseño al recibir posteriormente una tercera planta, a pesar de ello, se aprecia una armonización de los distintos estilos existentes a finales de s. XIX.

Casa Andreu

Casa Andreu. En 1928 el abogado José Andreu de Castro encarga el proyecto a  Pérez Arribas, siendo su obra más llamativa, situada junto al antiguo arco de Stª. Clara y en diagonal con la Casa Pinilla de García Sánchez-Blanco.

Arribas buscó en su proyecto sublimar la ubicación del parco solar, mediante una esquina achaflanada con miradores y terminación en forma de torre cuya cubierta presenta una pendiente muy acusada, dándole una verticalidad dinámica, que se ve arropada por la ausencia de líneas de impostas y la ayuda que tiene en la distribución de los balcones y los vanos en  la fachada oriental. Otro detalle que potencia el chaflán-torreón es la utilización mínima de la decoración en los paramentos de las balconadas con recercos y guardapolvos, mientras que en el torreón podemos ver una panoplia de elementos ornamentales comunes del arquitecto: palmetas, flores, volutas, flameros y pináculos y además la balaustrada del tejado, que por su forma nos tiene que recordar a las masardas tan características de muchos edificios parisinos que entronca con el estilo del 2º Imperio francés (en wikipendia: La Arquitectura de « Beaux Arts » hace referencia al Estilo arquitectónico clásico académico, que fue enseñado en la École des Beaux Arts de París).

Casa Calvo

Casa C. Calvo. En 1929 el marmolista Cándido Calvo encarga a Pérez Arribas el proyecto de su casa en la ronda de Santa Clara a S. Pablo. Para levantar el edificio hubo que derribar parte de la muralla. Consta el inmueble de dos plantas y una tercer abuhardillada, que posteriormente modificó. La forma de tratamiento de la fachada responde a la esencia diseñadora del arquitecto:  miradores en los ejes extremos, balcón corrido en la planta principal y destacados coronamientos sobre aquellos. La decoración, como ya se indicó anteriormente, : palmetas, volutas y flores, que se concentran en los recercos, guardapolvos y pilares de la cornisa.

Un detalle novedoso es la forma de la terminación de los miradores, elevando ligeramente el cuerpo central y parece haber una cierta “complicidad” con la cornisa, pues también la eleva en la misma zona, dando una sensación de verticalidad “fingida”.

Casa F. Calvo

Casa de F. Calvo. En 1927 le encarga  el proyecto Francisco Calvo en la confluencia, de las hoy llamadas, la avenida Alfonso IX y la calle Pablo Morillo. En ella, Pérez Arribas, destaca la esquina al levantar de fábrica un mirador y abriendo en el resto de los vanos, balcones.

Se puede apreciar los elementos ornamentales que más usaba, como guirnaldas, flores, palmetas y el coronamiento con pilares. Posteriormente elevó una planta más, desdibujando algo el equilibrio existente, repitiendo el modelo en el extremo derecho y, como unión, trazó un cuerpo que no sintoniza mucho con las otras partes, en la que destaca un cuerpo abuhardillado entre volutas con un cuerpo triangular o piñón en el centro. El piñón lleva las letras iniciales del propietario.

Casa Guerra

Casa Guerra. Fue encargada por Valentín Guerra para proyectar la casa en Stª Clara. El proyecto de esta casa fue la que provocó el enfrentamiento con varios concejales y su dimisión de arquitecto municipal, pues consideraron que pactó las modificaciones de los planos de alineación de las calles Pelayo y Alfonso de Castro con el promotor del edificio, que analizamos- de manera que su terreno no se viera afectado por la regularización en cuestión- el concejal Salvador Rodríguez Ramos, según consta en el libro de actas nº 1809, expresa en la sesión de5-VI-1907, “en ese tiempo se habían hecho planos de alineaciñon tales como los de las calles Pelayo, Alfonso de Castro y Oro sin que el Ayuntamiento hubiera ordenado su formaciñon (…) didiendose por algunos maliciosos que esto obedecía á que estos planos interesaban para ejecutar obras de que estaba encargado como Director el mismo Sr. Arquitecto municipal.

Gregorio Pérez Arribas redactó el proyecto en diciembre de 1907. Es un edificio llamativo  entre los existentes en la calle Stª Clara. Su porte responde a tres razones:

  • La capacidad financiera de su promotor.
  • Un deseo de éste o del facultativo para contrarrestar los acontecimientos recogidos en el subrayado anterior.
  • La llegada de Francisco Ferriol, como arquitecto sustitutorio de él en el Ayuntamiento, lo que enriqueció su estilo, al tener un competidor venido de Barcelona con un estilo muy depurado.

La casa, originalmente, tenía tres plantas, pero al convertirse en la sede del Banco de España en 1915, se llevó a cabo un levante. La puerta principal se abre en la calle Stª Clara y tiene forma de arco de medio punto, flanqueadas por dos figuras femeninas y un dintel superior con un rostro también femenino. Las ventanas laterales están separadas por delgadas columnitas, asentadas sobre ménsulas y antepechos con variados motivos vegetales y geométricos.

En el eje de la entrada encontramos, en las plantas superiores, un elegante balcón con balaustrada de fábrica, que en el caso del de la segunda esta enmarcado por columnas que sostienen un arco peraltado y rebajado que aloja un medallón liso. El resto de huecos de la fachada principal son más sencillos, pero llaman la atención enérgicamente los del segundo piso, formado por arcos semicirculares divididos por pilastras de remate vegetal, de clara filiación modernista.

Las esquinas del edificio están ocupados por miradores de fábrica de planta circular que cobran esbeltez al no tener antepechos de obra, estar dividido mediante estrechas pilastras y rematar en una cornisa con guirnaldas sostenidas por cabezas de leones, elemento claramente clasicista. Lo curioso de estas galerías es la similitud  a las que posee la Casa del Príncipe de Valladolid, proyectada en 1906 por Jerónimo Arroyo, es posible que nuestro arquitecto la conociera y se inclinas por imitar en este caso, pues la estructura del cierre acristalado es muy puntual en su obra.

Las fachadas laterales son más sencillas, posiblemente a dar a calles más estrechas, pero, también, a que la arquitectura zamorana es muy dada al fachadismo, es decir, a potenciar la fachada respecto al resto. El lateral de la calle Pelayo puede apreciarse que anima el muro juntando los balcones salientes en el centro y balcones embutidos en sus laterales y la presencia de torreones en los chaflanes en los extremos.

La cornisa no puede apreciarse si uno se sitúa enfrente del edificio, hay que ir hacia las esquinas para apreciar el trabajo decorativo. Ésta presenta varias soluciones, entre las que sobresalen el remate acastillado  del eje de la puerta – que también  coronaba los correspondientes a los vanos de los frentes laterales antes de que se realizara la última planta- y un sinuoso juego de vástagos que en la fachada principal alterna con piñones rematados con arcos mixtilíneos, todo ello sobre mensulones, a modo de matacán.

En esta predominan los elementos eclécticos e historicistas, aunque no muy apreciables como consecuencia de las reformas posteriores , que provocaron la desaparición los torreones. Entre los elementos modernistas, sobre todo en los arcos de la segunda planta y la cornisa.

Casa Rueda

Casa Rueda.  En 1918 recibió el encargo del comerciante textil Fernando Rueda Moyano en la calle Santa Clara de realizar el proyecto para su inmueble. El diseño de la fachada va a ser semejante de otros proyectos, entre ellos el de la Casa Román, :

  • Miradores en los extremos
  • Balcones en los intermedios, corridos en el principal.

La profesión del promotor provocó que la puerta de acceso a las viviendas se trasladase al extremo derecho – solución que ya había ocurrido en el inmueble de otro comerciante en la plaza de Sagasta , casa Prieto, para aprovechar el bajo de la manera más intensa para su empresa

La decoración es abundante: guirnalda de flores  adornan los antepechos de los balcones, los dinteles, las ménsulas y las repisas de los miradores, hojas rizadas conforman los recercos de los vanos y flores embellecen los capiteles, las ménsulas y el friso superior, así como los pilares y muretes del coronamiento. Todo ello  creo una elegante combinación  de motivos modernista y ecléctico con gran espectacularidad.

Se considera que es el final decorativista de este arquitecto.

En su última etapa, la iniciada en los años veinte,  desplegó formas que son las que más caracterizan  su estilo, adoptando:

  • Fachadas de cuatro ejes de vanos.
  • Los extremos corresponderían a los miradores.
  • En el caso de tres calles, las tribunas aparecen colocadas en la central.
  • Siempre evitó las impostas.
  • Importancia de los coronamientos, en los que hay pilares volados y que, normalmente tenían mayor desarrollo en el sector correspondiente a los cierres acristalados, aunque proyectó otras soluciones, en menor medida.
  • La decoración fue la ecléctica, concentrada en los marcos, vanos, ménsulas y cornisas.

Casa Aguiar

Casa Aguiar. En 1908 Ferriol proyectó este edificio para Crisanto Aguiar en la plaza fray Diego de Deza, hoy del Mercado. Se puede apreciar en su exterior, algo mencionado en la anterior, :

  • su querencia a potenciar la verticalidad y la eliminación de la línea horizontal
  • el resalte de los vanos, coronados con guardapolvos de sinuosos y gruesos que se elevan hasta forman la cornisa y, a la vez, enmarca estilizados rostros femeninos

Llama la atención la asimetría de la fachada con la sustitución del balcón en la calle de la derecha por unas ventanas que presenta un antepecho con la fecha de construcción.

La tendencia por las líneas serpenteantes y los motivos vegetales se repiten en los recercos de vanos, especialmente interesante los de la planta baja.

Casa en la plaza del Mercado y calle Traviesa

Casa en la plaza del Mercado y calle Traviesa, por sus características formales se adjudicado al estudio de F. Ferriol.

El solar presenta una fachada estrecha hacia la plaza del Mercado y otra más larga hacia la calle Traviesa. Ante esa circunstancia, Ferriol, a fin de que destacase la fachada principal en la plaza del Mercado, dispuso miradores de fábrica en esa sección con una cubierta a manera de escamas enlazando ambas secciones con una cornisa con una cornisa más sencilla, pero dinámica, alternando en la misma, arcos deprimidos invertidos con tramos rectos. En el sector de la calle Traviesa impulsó el verticalismo utilizando el color en el eje de los vanos y concentró la decoración, escasa en este caso, en los recercos y en los óculos. Se puede observar, en los bajos, una decoración en los vanos, semejante a lo visto en la casa del farmacéutico Gregorio Prada, con alfices tardo-góticos.

Casa de Francisco Rodríguez Álvarez

Casa de Francisco Rodríguez Álvarez. Éste contrató a Segundo Viloria para que proyectarse su edificio en la calle Santa Clara, que 1934 se añadió a las tres plantas iniciales, una cuarta por Gregorio Pérez Arribas, el cual respetó la obra original. En las plantas dispuso Viloria cinco huecos  alternando balcones y miradores de obra. Sus elementos más destacados son los recercos con abultados guardapolvos, coronados con acróteros. Los miradores del primer piso presentan arquillos peraltados, indicándonos su tendencia a lo clásico, mientras que sus estrechas columnas están decoradas con motivos florales. Destacar la forja de hierro de los balcones.

«Casa de Cánovas»

Edificio de la calle Rúa de los Francos, conocida por la “Casa de Cánovas”:

(dos anécdotas:

  1. Alrededor de 1879 fue comprada por Máximo Cánovas del Castillo, hermano del que fue presidente de gobierno D. Antonio Cánovas del Castillo, senador por Zamora 1879-80
  2. donde vivió el filósofo, poeta, ensayista y dramaturgo Agustín García Calvo),

que manifiesta su antigüedad al no haberse sometido al plano de alineación; su l

  • en la parte baja , sillería,
  • siguiente cuerpo, cruces de Malta,
  • tercer cuerpo, imitando el estilo mudéjar, un vórtice o torbellino.

Casas Matilla

Casas Matilla, 1911. Ferriol proyectó en la calle Stª Clara la casa que le solicitó el doctor Valentín Matilla. El resultado de lo que se ve, es consecuencia de la unión de dos viviendas simétricas. En ella se puede apreciar una gran variedad de elementos modernistas.

Las dos casas presentan un eje central que termina en forma de piñón, en el que se abre una ventana ajemizada para dar luz al desván. El conjunto es rematado por una cornisa mixtilínea de vástagos vegetales con profusa decoración en los extremos y en el eje, usando los elementos más típicos: hojas-posiblemente de acanto-, grupos de ramas. La sinuosidad es palpable en los recercos de los vanos, Destaquemos el trabajo “panzudo” de la forja de los balcones y el curioso gancho para la polea, además el uso de la gradación de los relieves.

Casino

El Casino. El proyecto parece ser que es de Miguel Mathet Coloma, arquitecto que estaba trabajando en las obras del Instituto.

Podemos en la fachada principal se puede apreciar en la parte inferior, los bajo para locales comerciales, inicialmente por García Vilaplana y, posteriormente, Manuel Roncero.

La parte central es la más llamativa; un gran arco rebajado segmentado en cinco vanos que ocupan todo el espacio; en los entrepaños aparecen cabezas femeninas y paneles cerámicos que prolongó por encima de la cornisa con grandes volutas coronadas con palmetas y liras. En el trasdós se observan otros motivos en piezas vidriadas, que representan a jóvenes músicas con el torso desnudo, detalles vegetales y, en el central,  grifos que flanquean un jarrón del que surgen brotes sinuosos. Para la separación de la planta baja y la principal utiliza, marcando un gran cambio, un balcón corrido.

Es una fachada de gran vistosidad que impone su particular perspectiva, tanto desde la plaza de Sagasta, como la de Zorrilla. En ella se intuye los elementos sezessionistas y un acercamiento al arquitecto gallego Antonio Palacios (se adhiere al Sezessionsstil vienés, para evolucionar a un regionalismo arquitectónico, aunque sin abandonar raíces hispanas caracterizadas por los estilos plateresco y manuelino). El revestimiento cerámico se atiene a los principios cromáticos de la época, aunque hay que apreciar una doble trayectoria:

  1. modernista, apreciable en las indolentes figuras femeninas
  2. las composiciones simétricas cercanas al plateresco.

Casa Gabino Bobo

Casa de Gabino Bobo. Este importante industrial harinero, levantó su vivienda en la plaza del Mercado, es una construcción de la arquitectura policroma, 1916. Es un edificio en el que se nota un cuidado con los detalles, apreciables en los miradores y ménsulas, la galería de la planta principal y las cornisas, decoradas con palmetas.

Se puede interpretar que hizo una insinuación al arte neomudéjar mediante la utilización en los miradores de la planta principal del arco polilobulados, unas ménsulas con modillones y ,sobre todo, la utilización del ladrillo en forma de zig-zag del friso, pero siempre con gran libertad consustancial al eclecticismo, por lo que es difícil vincular esta obra dentro de aquel neomedievalismo.

Cabe destacar el trabajo de forja de las balaustradas del segundo piso, elemento a las que Viloria daba mucha importancia , interesándose personalmente.

Laboratorio

El laboratorio municipal. Fue proyectado por Francisco Ferriol en 1909. Para estos edificios se buscaban lugares aislados, buena orientación y fácil acceso; de ahí su ubicación en la zona cercana a la “Puerta de la Traición”. El edificio es de una sola planta, su fachada que consta de una portada principal con ventanas bíforas. Los materiales ladrillos y mampostería enlucida y sillería en los zócalos, cornisa, los óculos de los tímpanos, los dinteles, las claves y los parteluces de los huecos y el escudo de la fachada, como curiosidad, su formato es el que se estila en la heráldica de Cataluña, en los esquinales donde se encuentra el escudo, lo resuelve mediante sillares en soga y tizón, saliente que rompe la monotonía de la horizontalidad . Además se puede observar algunos de los elementos típicos en la construcción catalana: líneas sinuosas de las inscripciones y la cornisa.

Referencias:
Arquitectura y urbanismo en Zamora (1860-1950), de Álvaro Ávila de la Torre
Guía de la arquitectura de Zamora, de Joaquín Hernández Martín
Entrevista a Lluis Boch en “La opinión de Zamora”, 1-X-2009
Zamora en la Ruta Europea del Modernismo, de María Teresa Paliza

3 comentarios en «Casas modernistas en Zamora»

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Luis Miguel Villar Angulo
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